BERLÍN, Alemania.- Un día como hoy, pero de 2009, el atleta Usain Bolt se robó todos las miradas del deporte al romper un récord en una final mundialista de 100 metros.
Un año antes de Berlin, en Pekín, Bolt registró un tiempo de 9.69, pero su final, un tanto canchero, abrió las especulaciones sobre lo que hubiera podido ser si dejaba de lado su ADN.
Luego de la medalla en la capital asiática, el jamaiquino llegó a la capital alemana, con un objetivo claro, romper el récord mundial, y sabía que estaba cerca.
En el relato de la carrera final, Dwain Chambers resumió a la perfección lo que ocurrió un día como hoy, pero de 2009: "¿Bolt? Se fue de mi vista y luego desapareció", dijo.
Usain Bolt salió bien, aceleró a la perfección, se puso en cabeza y se exprimió para que nadie, ni siquiera Tyson Gay -su mayor amenaza en la recta- le hiciera sombra.
El resultado en meta, magistral, de otra dimensión: 9.58. El estadounidense fue segundo, con 9.71, un récord nacional que, sin embargo, apenas tuvo segundos de gloria.
25/01/2021 | BLOGS